¡Hola a todos!
Seguramente una de las cosas que se echan de menos del verano, es ese tono dorado que deja en la piel. He dicho una de las cosas ;) Hoy en día, con el ritmo de vida que llevamos, apenas tenemos tiempo para disfrutar de un paseo o simplemente tomar un poco el sol. Pero ¿y si pudiéramos conseguir ese tono dorado sin sol y sin UVA? Pues es posible. Hoy os voy a hablar de los autobronceadores, o como estar bronceados sin sol. ¿Empezamos?
Los autobronceadores son cosméticos que “tiñen” la piel, sus principios activos reaccionan con la queratina y otras proteínas epidérmicas oxidándola y dejando pigmento en ella. Esta coloración, desaparecerá en unos días, según se vaya descamando la piel. En su composición llevan DHA (dihídroxiacetona) que proporciona un color amarillo-anaranjado. Otro componente que tienen es eritrulosa, que proporciona un color marrón-rojizo. Otro componente a destacar es la Tirosinasa, esta enzima al ponerse en contacto con un “precursor” (como la tirosina) hace que se produzca un oscurecimiento de la piel. Estos precursores que se relacionan con el oscurecimiento de la piel en los autobronceadores, son la tirosina, la dihidroxifenilalanina (DOPA) y el catecol. Tenemos que recordar que los autobronceadores tiñen la piel, con lo cual, no estamos protegidos de las agresiones solares a no ser que lleven filtros de protección solar.
- Inmediatos: actúan en pocas horas dejando un tono dorado en la piel. Son muy socorridos, ya que te pueden sacar de un apuro. Hay distintos tonos de color, para pieles más claras u oscuras.
- Progresivos: estos son ideales si no tienes prisa pero quieres un tono dorado, además, al ser progresivos, no tendrás miedo de equivocarte en la aplicación ya que son básicamente hidratantes. También hay para pieles claras u oscuras.
En la aplicación de los autobronceadores, tendremos que seguir una serie de recomendaciones. Para conseguir un bronceado uniforme, tenemos que exfoliar la piel antes, así también evitaremos que salgan manchas, lo ideal es aplicarlo después de ducharnos. Tenemos que aplicarlo sobre la piel seca y si lo vamos a poner por todo el cuerpo, comenzaremos a aplicárnoslo por los pies, ya que al doblarnos podemos retirar parte del producto aplicado en el vientre o la cintura. Después de aplicarlo en las piernas deberíamos de esperar unos minutos antes de sentarnos. No hay que utilizar el autobronceador en antebrazos, palmas de las manos y plantas de los pies. En la zona del rostro, hay que evitar el contorno de los ojos, las cejas y el nacimiento del pelo. Un buen truco para evitar estas zonas es darnos vaselina en ellas, así no tendremos problemas de pasarnos en la aplicación. Es conveniente no ducharse hasta pasadas unas horas después de la aplicación y hay que lavarse las manos después de aplicarnos el producto. Un truco para aplicarnos el autobronceador sobre el dorso de las manos es reservar una pequeña cantidad de producto en una de las muñecas, lavarnos las manos, y una vez secas, recoger el producto del interior de la muñeca y con el dorso de la mano aplicarlo sobre ambas manos.
En el mercado hay variedad de productos autobronceadores, podemos encontrar lociones, toallitas, cremas, espumas o en cabinas profesionales el bronceado de caña de azúcar o Corpora. Una vez que veamos que el bronceado va desapareciendo de nuestra piel, podemos terminar de quitarlo haciéndonos una exfoliación.
Y hasta aquí el tema de hoy. Es una manera de ponernos moremos de forma rápida y sin los peligros del sol. ¿Habéis probado algún autobronceador?
¡Hasta el próximo post!
Y gracias por leerme.