¡Hola a todos!
Esta no era la entrada que tenía prevista esta semana, pero he creído oportuno escribirla.
El otro día, compre varias cosas para manicuras ante la inminente llegada de las Navidades, me hice con cositas para las uñas, todas de la marca Essence, que dicho sea de paso, me gusta los artículos que tienen para Nail Art, económicos, sencillos y accesibles, vamos, con las tres B, bueno, bonito y barato. Los esmaltes no me hacen mucha gracia, pero los glitter, brillos con purpurina, pigmentos, placas de estampación, pinceles ... me gustan bastante. De lo que había, una de las cosas que mas me llamo la atención, fueron unos papeles decorados especiales para manicuras. Estos papeles no son más que hojas de periódico que aplicando una solución reveladora, se transfieren a tu uña. Suena bien ¿verdad? Pues entre lo monos que son los diseños y que tenían una oferta muy maja, me compre tres (así, a la aventura) y la solución reveladora, que se supone que es lo que hace que se transfiera del papel, a tú uña. Y hasta aquí todo normal.
Os aseguro que según estoy escribiendo, aun me estoy riendo y ahora entenderéis porque.
Al día siguiente, con más ansia que ganas por probar como quedaba el asunto, preparo las cosas, elijo los colores, recorto los papelitos ... vamos, como un niño con zapatos nuevos vaya. Cojo el papelito, lo impregno bien con la solución reveladora, lo coloco en la uña y lo presiono con un disco de algodón durante unos 15 segundos ... vamos, todo al pie de la letra. Retiro el papel y ... ¿que sucede?
Pues que la uña se ha quedado hecha un asquito.
Y me dije, bueno, no pasa nada, hay nueve más... Y esto te lo repites mentalmente como un mantra, hasta que te quedas sin uñas a las que poner el asqueroso papelito, porque a estas alturas de la película, la emoción que sentías al principio al despegar el papel, ha pasado a frustración mezclada con cabreo y una sensación de timo acuciante. A veces soy muy testaruda y me cuesta darme por vencida, probé todas las maneras que se me ocurrieron, (incluso llegue al sumergir el papelito dentro de la solución reveladora ...) y lejos de rendirme (cabezota que es una) me puse a buscar opiniones sobre el invento a ver donde estaba el fallo. He de decir, que de la gente que lo había probado, no encontré ni una buena.
De hay, pase a los tutoriales en Youtube y claro, el primero que vi fue de una chica que se lo hacía y le salia perfecto y pensé, pues si a ella le sale a mi también. Y pase al siguiente vídeo tutorial y ahí ya empezó un ataque de risa, de estos que hacen época. Empecé a encadenar un vídeo con otro y todas las chicas que lo probaban, les pasaba lo mismo que a mi y claro, la imaginación que es muy libre señores, hizo el resto. Mal de muchos, consuelo de tontos se dice, pero a mi me gusta más el de ... no hay mal que por bien no venga, así que ya le tenía buscados varios fines a los papelitos, (aquí no se tira nada y menos cuando te hieren el orgullo) y me vino la inspiración. ¡Esto ya lo había hecho antes!
La solución es tan simple, que hasta pensé en patentarla, es broma, vamos que no estoy descubriendo nada nuevo, aunque para mi en esos momentos de frustración, era el invento del siglo.
Viereis, podéis transferir los dibujos de los papeles a la uña usando lo siguiente:
AGUA Y ALCOHOL.
Sí señores, ni solución reveladora, ni tonterías varias, agua y alcohol.
Una vez tengáis pintadas y secas las uñas, lo único que hay que hacer es humedecer bien el papel en agua con un chorrito de alcohol, del que tenemos por casa. Con el papel húmedo lo colocamos por el lado del dibujo en la superficie de la uña, presionamos unos segundos, retiramos y ya esta. Rápido, sencillo, económico y sin frustraciones. Así de fácil. ¿Entendéis ahora la razón de este post?
Estas cosas hay que compartirlas. Y con este método, puedes transferir una hoja de periódico (que queda igual de bien) o cualquier cosa impresa, hasta el prospecto de las boticas, como diría mi abuelo.
A grades males, pequeños remedios caseros, en este caso.
Os dejo con el paso paso para que lo podáis ver mejor.
En fin, espero que a alguien le sirva esto, por lo menos que sepas que si te sucede o ha sucedido, no estas sol@, por la frustración hemos pasado unos cuantos. Así que tanto para las personas que ya lo tenéis, como para quienes estéis tentados de adquirirlo, agua y alcohol, nada de soluciones reveladoras que os estropearan vuestra manicura, las uñas y la paciencia.
La verdad los dibujos de los Paper print de Essence son una monada, si los acabase (que alguno de ellos está en las últimas) y encontrase otra oferta, puede que sí los volvería a comprar (me costaron menos de 1 euro cada uno) pero lo que
no compraría jamás es Paper Print manicure transfer solution de Esssence (la solución para transferir el papel a la uña) ya que no vale para nada y como habéis podido comprobar, el agua y el alcohol sale mejor, más económico y sin frustraciones.
Hasta pronto y gracias por leerme.
Es normal que al despegar la hoja de papel, se nos quede adherido algo a la uña, no pasa nada. Un truco que va muy bien es humedecer un dedo en el agua y frotar suavemente sobre la superficie de la uña, veréis como va saliendo poco a poco el papel. Después aplicar vuestro top coat favorito y listo. Si tardáis en poner los papeles, ir añadiendo al agua alcohol, tener en cuenta que es volátil y se evapora.
ACTUALIZACIÓN: